*La perversa espera*

Este relato lo escribí en estos meses de Pandemia que nos han afectado a todos de una u otra manera, espero…

Que dentro de esta comunidad BDSM nos sigamos cuidando les deseo mucha Salud de ahí todo parte para nuestros momentos perversos lo relate pensando en que mi sumisa así lo ve desde su perspectiva.

Lo titulé:
*La perversa espera*

Si hago cuentas de cuantos meses a pasado sin ver a mi Amo ufff... demasiado tiempo sin verlo y obvio sin sentirlo así que estoy más que emocionada de volver a sentirle; en primer lugar, porque se fue por trabajo y en segundo la bendita pandemia; no negaré que salte como niña en mañana de reyes al ver ese mensaje que tanto esperaba hace ya unos meses.

Buen día, hermosa con la novedad que hoy por fin emprendo camino para verte ponte lista y preparada espero llegar en la noche.
En cuanto acabe de ver ese mensaje me levante más rápido que nada justo ese día tenía juntas por el nuevo inicio de clases, aún tenía papeleo que terminar y presentaciones que rectificar para mi día laboral así que decidí poner manos a la obra empecé el día con una ducha en la cual al enjabonarme no puede aguantar la tentación de tocar ese pequeño punto de placer e imaginar que era mi amo el que lo hacía, así estaba hasta que el sonido de mi celular me sacó de ese momento de placer era un mensaje de mi amo.

—Cómo va mi hembra ya preparándose para recibir a su macho.
—Tú hembra siempre está lista para recibirte.
Terminé la ducha y decidí ponerme algo cómodo en estos días mi vestimenta era solo estar en braguitas y una blusa que solo me cubría hasta la mitad de mis nalguitas; una ventaja de hacer home word.
Procedí a empezar con mis reuniones virtuales, ya que tenía programadas 4 estaba en medio de la primera cuando un nuevo mensaje me llegó.
—Quiero ver como esta mi perra
—Dame un tiempo estoy en reunión de trabajo.
Con mucha más razón quiero ver y no hay tolerancia es una orden,
sin perder tiempo cerré cámara y me dispuse a enseñarle a mi amo que solo traía puesta unas bragas de encaje negro y una blusa larga color vino.
Al enviar la respuesta no se hizo esperar
—Así que mi hembra está en una aburrida reunión hagámosla más entretenida quiero que cojas ese pequeño vibrador que tienes y lo coloques en un ritmo medio quiero que grabes quiero verte, recuerda sin venirte.

Al terminar de leer esto no pude evitar humedecerme sin pensarlo me dirigí al pequeño cajón de la colección de pequeñas adquisiciones que tengo para placer tomé el pequeño vibrador y sin más regrese a mi silla lo coloque en mi clítoris y lo encendí en el número 3 junto con la cámara, y proseguí la reunión al tener la cámara abierta ante mis compañeros de trabajo tenía que poder controlar mis expresiones faciales, ya que el vibrador estaba haciendo mucho efecto y más al tener ya mucho tiempo sin un buen orgasmo, mis piernas se contraían sentía que no podía más, estaba tan centrada en el placer que este provocaba que no me di cuenta de que ya era mi turno de exponer los puntos que me tocaban al estar hablando tuve que tener un gran control para que no salieran mis gemidos decidí parar el video y enviarlo a mi amo; para poder concentrarme más en mi trabajo pero sin embargo a mi amo no le agrado.

—¿Por qué lo cortas en medio de lo mejor puta? quiero ver el esfuerzo que haces para que nadie de tus compañeros vea lo gran puta que eres; detener tu tortura queda al pendiente de mis órdenes ¿queda claro mi putita?

Justo al terminar de exponer mis puntos me llego la orden de parar con mi deliciosa tortura. El no poder alcanzar el clímax me tenía de mal humor, así que decidí terminar mis trabajos, de mi amo no tuve más mensajes hasta la tarde.

—Puta espero que tengas ese culito ya listo para ser usado porque ando muy cargado de leche que quiero dejarte más llena que nunca.

Eso me recordó que a mi culito le faltaba un poco más de entrenamiento, porque todos los días tenía la rutina de colocar ese pequeño plug de unos

3 cm de ancho nada a comparación de la verga de mi amo de más del doble de ancho, así que sin más decidí ir por él, al cajón feliz, coloqué el plug en su lugar correcto y decidí seguir con las actividades.

Llego la noche y sin más decidí volver a darme otra ducha para poder recibir a mi amo, al salir fue difícil la decisión de que ponerme para poder darle una buena bienvenida decidí darle un vistazo al cajón de la lencería y opte un conjunto en color negro con rojo en encaje, estaba buscando un lindo atuendo pero llegue a la conclusión de que algo más que la lencería estaría de más pues la ropa terminaría en el piso o botada por algún rincón así que opte por quedarme solo en lencería, estaba en los toques finales cuando el mensaje tan esperado llegó:

—Puta estoy a 15 min de llegar ¿estas lista?

Fui a la recámara a colocar los últimos accesorios que me faltaban un collar negro tipo perra agresiva, su cadena la deje en el sofá para que mi amo lo tomara, el plug anal; coloque lo que seguro ocuparíamos a la mano y decidí salir a la puerta así sin más que lo que traía puesto a recibir a mi amo la ventaja que ya era algo tarde estaba segura de que los vecinos no me verían al ver a mi amo abrí y enseguida me arrodille a recibir a mi amo en la puerta él me autorizo levantarme y con su mano fuerte me levanto la barbilla dándome a entender q me levantará no pude evitar comérmelo en un delicioso beso él no tardo en colocar ese par de manos en mis nalgas dando un par de nalgadas que sonaron deliciosamente y solo así supe cuanto extrañe a mi amo. Al terminar el beso mi amo decidió alejarse para contemplar el atuendo de su puta.

—Pero qué tenemos aquí a una hembra hambrienta de verga, que buena bienvenida me estás dando puta, pero puedes hacerlo mejor vamos puta comienza a mamar —y sin más ahí con la puerta abierta me coloqué sobre las rodillas y empecé a desabrochar el pantalón para comenzar con mi trabajo. Esa gran verga salió semi-flácida pero en mi boca empezó a adquirir un grosor y tamaño que me iban llenando mi boca y comencé a darle pequeños lengüetazos a la verga aun semi dormida de mi macho para poder disfrutarla al máximo, una vez que lo logré como buena puta comencé a engullir esa verga que tanto me agrada tratando de tenerla el mayor tiempo dentro sintiendo como me ahogaba.

—Que bien mamas puta ya extrañaba tu boquita de gran mamadora que tienes. Sigue así puta que te entre toda.

La saqué de mi boca y procedí a darle atención a ese par de huevos que mi introduje uno por completo para saborearlo y jugar un poco con él para después hacer lo mismo con el otro; estaba envuelta por la lujuria que de mi pachita podía notar cómo salía una gran cantidad de líquido, la mano de mi amo se dirigió a sentir mi panchita y al sentir como estaba procedió a decir para puta que la noche es larga vamos a dentro cerro la puerta y sin saber si algún vecino me había visto y sin más ingresamos a la sala donde
Donde tan solo al entrar me dio un gran beso jugaba su lengua con mi boca y poco a poco fue descendiendo conforme me arrinconaba contra un sofá al detenerse en mis pechos los torturo con caricias que me daba con esa lengua juguetona y cuando menos lo esperaba daba pequeñas mordidas que me sacaban un leve gemido, prosiguió su camino hacia abajo llegando a mi panochita y esa lengua se fue al clítoris donde pudo ver que ya estaba duro un poco hinchado de tanto placer y sin importar nada comenzó con su dulce tortura chupando y mordisqueando ya no podía aguantar y él lo sabía así que recostada en el sofá.

—Vamos puta déjate gozar

La combinación de la cachondez del día y los meses sin mi macho me hicieron llegar en un gran orgasmo que se vio intensificado cuando mi macho sin previo aviso y con gran necesidad puso su verga en mi panochita la frotó entre mis labios deseándola aún más y me embistió tan fuerte que solo logró prolongar más mi orgasmo.

Conforme me recuperaba sentía las embestidas de mi amo, cuando me vio recuperada salió de mí, jalándome de los pezones me levanto y sin más me dio la vuelta colocándome en cuatro encontrándose con el plug.
Pero mira que tenemos aquí puta, dejando un azote tan duro que di un respingo; jugueteo un poco con él jalándolo y volviéndolo a introducir dejando unos 15 azotes en mis nalguitas y un par más en mi panochita.

—¿Quieres más verga puta?
—!Siiiii! —grité
—Ya sabes que tienes que hacer putita.
—Cógeme mi macho cógeme como tu perra que soy.
—Así que eres mi perrita, demuéstrame cuando quieres verga.

Sin más volvió a embestirme la sala se inundó de gemidos de placer, azotes y olor a hembra en celo, me siento llena con el culito ocupado y la verga de mi amo embistiéndome sin piedad, lo que provocaba pequeños espasmos que succionaba.

—Vamos puta comete esta verga como tú lo sabes hacer.
—¿Quieres leche puta?, ordeña esta verga que está cargada de leche para ti.
—Así mi amo cógeme, úsame como tú gustas que te pertenezco.

Esas palabras parece que lo encendieron más y sin más miramientos detuvo sus embestidas y decidió por fin ocupar ese lugar que faltaba por reclamar, con una palmada en mi panochita se dispuso a ponerme su verga en la boca.

—Vamos puta ya sabes que hacer chupa y deléitate con su sabor…

Su verga estaba brillante por los fluidos de ambos sin demora abrí mis labios para comenzar a degustar la punta, pero mi amo no estaba dispuesto a esperar agarro mi cabello en una coleta y sin más dijo:
—¡Abre la boca puta!

Obedecí y sin más dejo ir su verga grande y gruesa hasta el fondo de mi garganta, está cogiendo mi boquita sin más, las primeras veces se produjeron un par de arcadas pero como buena puta que soy pronto pude aguantar el ritmo, él guiaba mi cabeza a su antojo pequeños hilos de baba salían de las comisuras de los labios, en mis ojos pequeñas lágrimas de gusto se formaban con su mano libre daba grandes pellizcos a mi pezón, pude notar que mi panochita escurrían jugos estaba llegando a un gran límite pensando que pronto llegaría otro orgasmo, sin embargo se vio interrumpido por mi amo que saco su verga de mi boca con un ágil movimiento me volteo llevo mi pierna a su hombro y empezó una serie de grandes embestidas.

Con otro movimiento ágil me volteo nuevamente en cuatro dejando una sonora palmada en medio de mi panochita que hizo que una corriente de dolor y placer me recorrieran y eso lo aprovechó él para retirar el plug y colocar la punta de su verga en mi culito y sin más empezó a abrirse camino, por el tiempo de entrenamiento mi culito lo recibió fácil pero al estar su vega a su máximo grosor me provocó un poco de dolor que se camuflaba con los azotes que me daba empezó unas embestidas tan deliciosamente rítmicas que no tarde en volver a alcanzar el cielo.

—Pero qué delicioso se siente mi hembra, este culito me aprieta la verga de una manera deliciosa.
—Mi macho que rico me coges, sabes que tu puta siempre te recibe con gusto y placer, toma este culito que sabes que te pertenece.
—Que puta eres, ve como entra sin ningún problema te gusta que te dé verga, donde va a querer su leche mi perrita.
—Donde mejor le plazca a mi amo…

Siguió embistiendo su ritmo era rápido podía sentir como ese par de huevo rebosantes de leche golpeaban en mis nalgas estaba en un éxtasis de placer, pero quería más así que mi mano se posó en mi clítoris y empecé a jugar con él mientras mi amo me tenía bien llena por el culito, no podía más pronto culminaría y mi macho lo noto por las fuertes succiones que sentía,
espera puta no termines aún, si lo haces te irá mal.

No podía aguantar más me sentía una puta feliz y llena de pronto note un par de espasmos de la verga de mi macho y con una fuerte embestida y la orden de terminar me deje llevar al sentir los disparos de leche caliente en mi culo mi orgasmo se hizo intenso que me hizo perderme y mi cuerpo se venció recostándome en el sofá y a mi amo aun con su verga dentro de mí.
Una vez recuperados mi amo me dio una nalgada y me dijo vamos mi perrita sígueme me levanté dispuesta seguirlo, pero creo que mi amo tenía otros planes y con una nalgada me dijo:


—Cuando has visto que las perras caminen —jalándome del collar me coloco la cadena a la argolla del collar y me coloco en cuatro y me dijo
—Vas a seguirme como lo que eres una perra.

Nos dirigimos a la regadera yo andando en 4 y mi amo detrás de mí deleitándose con mi trasero, una vez entramos procedió a abrir la regadera para poner más tibia el agua.

—Chupa perra.
Sin decir nada comencé a chupar…
Procedimos a darnos un buen baño y nos fuimos directos a la cama a descansar de lo que había sido el fin de la perversa espera.

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